Síntomas


SÍNTOMAS DE OSTEOGÉNESIS IMPERFECTA 

Los siguientes síntomas son más comunes de la OI. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Si bien los síntomas pueden variar, en general, para clasificar las  formas de OI; cada una de ellas representa grados diversos de la afección.
De acuerdo con el Centro Nacional de Recursos sobre la Osteoporosis y las Enfermedades Relacionadas con los Huesos, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud, los tipos de OI y sus síntomas incluyen:

Tipo I

 Es el más frecuente.
 Forma más leve.
 Los huesos se fracturan con facilidad.
 En general, existen antecedentes familiares.
 De estatura casi normal o algo más bajo.
 Esclerótica azul (el área del globo ocular cuyo color normal es   blanco).
 Problemas dentales (dientes quebradizos).
 Pérdida de la audición que empieza a los 20 o 30 años de edad.
 La mayoría de las fracturas se producen antes de la pubertad;   ocasionalmente   las mujeres pueden sufrir fracturas después de la   menopausia.
 Cara triangular.
 Tendencia de la columna vertebral a curvarse.

Tipo II

 Forma más severa.
 Afecta severamente a los recién nacidos; suele ser mortal, aunque   algunas personas han alcanzado la edad adulta.
 Deformidad ósea grave con muchas fracturas.
 En general, suele ser el resultado de una nueva mutación de un   gen.
 Muy baja estatura, pecho extremadamente pequeño y pulmones   subdesarrollados.

Tipo III

 Los huesos se fracturan con mucha facilidad.
 Deformidad de los huesos.
 Suele haber incidentes familiares aislados.
 Estatura muy baja.
 Son frecuentes las fracturas en el nacimiento.
 Las radiografías pueden mostrar fracturas intrauterinas curadas.
 Posible pérdida auditiva.
 Articulaciones flojas y poco desarrollo muscular en los brazos y   piernas.
 Tórax con forma de barril.
 Cara triangular.
 Curvatura de la columna.
 Posibles problemas respiratorios.

Tipo IV

Entre el Tipo I y el Tipo III de severidad.
En general, existen antecedentes familiares.
Los huesos se fracturan fácilmente, la mayoría antes de la pubertad.
Esclerótica de coloración normal o casi normal.
Problemas dentales.
Curvatura de la columna.
Posible pérdida auditiva.

Tipo V

 Similar al Tipo IV en cuanto a la frecuencia de las fracturas y a   la deformidad del esqueleto.
 Aumento de las zonas óseas donde ocurrieron las fracturas, o   incluso donde no ocurrieron.
 El movimiento de los antebrazos puede ser restringido, por lo que   podrán generarse dislocaciones.

Tipo VI

Extremadamente inusual.
Moderado en cuanto a la gravedad.
Similar en apariencia y síntomas al Tipo IV.

Tipo VII

 Algunos casos se asemejan al Tipo IV y otros, al Tipo II, con la   excepción de que los infantes presentan esclerótica blanca,   cabezas pequeñas y caras redondas.
 Baja estatura.
 Huesos cortos en la parte superior del brazo y en la cadera.
 En general, se presentan casos de deformidad en la cadera.

Tipo VIII

 Similar a los Tipos II o III, con la excepción de la presencia de   esclerótica blanca.
 Deficiencias graves del crecimiento.
 Debilitamiento de los huesos del esqueleto.


Los síntomas de la OI pueden parecerse a los de otros problemas o afecciones médicas. Siempre consulte al proveedor de atención médica de su hijo para el diagnóstico. 


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